Luego de que tienes claro qué productos son los más atractivos y que pueden arrastrar otras ventas, debes procurar exhibirlos de la mejor manera. Hasta hoy se habla principalmente de tres tipos de exhibición. La exhibición primaria es aquella que se da de manera vertical u horizontal, generalmente en el mostrador o en la góndola. Allí deben estar distribuidos tus productos ancla complementándose con aquellos que pueden asociarse a una venta cruzada.
La exhibición secundaria se da normalmente en esquineros, en exhibidores independientes o en artefactos que puedes poner al ingreso o al lado de la caja. Ojo, estos aditamentos no tienen por qué reemplazar a la exhibición primaria, son esfuerzos adicionales para propiciar la salida de ese producto. Cuidado con sacar las cosas de su sitio. Y, por último, también existen las exhibiciones especiales, esas que son de temporada o para un lanzamiento, y que tienen características justamente distintas y temporales.
Otros beneficios
Entre los beneficios de un merchandising bien aplicado podemos considerar que informa, invita y facilita la compra y ayuda a elegir al consumidor. En términos del establecimiento, mejora la rentabilidad del espacio, incrementa ventas e ingresos, evita roturas de stock y mejora la imagen de la tienda. El fabricante o productos también refuerza la comunicación que genera en medios, sus productos están mejor exhibidos, rotan más, ganan más espacios y se diferencian de la competencia.
